Noticias Marruecos Ceuta Y Melilla

Pasaron prácticamente 20 años desde ese momento y el islote prosigue deshabitado y sin presencia militar, aunque el tema de Ceuta y Melilla nunca ha desaparecido completamente. En verdad, en diciembre de 2020 el primer ministro de Marruecos provocó una grave polémica tras afirmar que “Ceuta y Melilla son marroquíes como el Sáhara”, lo que logró que España llamara a consultas al embajador.

• No obstante, ve más difícil, en principio, dado que la Localidad pase a ser parte del territorio aduanero de la Unión Europea.
• Ante la negativa del Gobierno marroquí de aceptarlos, la mayoría, 30 automóviles con 33 hombres, 18 mujeres y 3 inferiores, aparte de otros 18 marroquíes sin vehículo, “ahora han abandonado la zona, previo pago de sus billetes.
• El país de la dinastía alauí considera que Ceuta y Melilla le forman parte, aunque nunca estuvieron bajo su bandera.
• El Gobierno de Marruecos no logró, no obstante, ayer ningún comentario sobre la cuestión, ni tampoco la agencia oficial de noticias MAP publicó la noticia sobre la llamada a su embajadora en España.
• También en los años se generaron en España las primeras enormes operaciones de regularización de la inmigración irregular acumulada tras años de inadecuación del marco normativo a la verdad migratoria.

Un día una vez que el presidente del reino alauí, Saadeddine El Othmani, afirmara en una entrevista que Ceuta y Melilla «son marroquíes como el Sáhara», el Ejecutivo mostró ayer, por boca de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, la máxima contundencia en la contestación. El Gobierno convocó de urgencia el pasado lunes a la embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, a la que la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, Cristina Gallach, solicitó explicaciones, trasladándole que «España espera de sus asociados respeto a la soberanía y también integridad territorial de este país». Benyaich aclaró en esa asamblea que la postura de Marruecos en relación con Ceuta y Melilla no cambió, por lo que prosigue sin reconocer la soberanía española sobre las dos ciudades y las considera «ocupadas». La política exterior de Marruecos es dominio exclusivo del rey Mohamed VI, y en los últimos tiempos la diplomacia marroquí no tenía entre sus prioridades la reclamación de la soberanía de las ciudades españolas, aunque el tema aparece de manera ocasional por ciertos partidos nacionalistas. El presidente del Gobierno marroquí, Saadedin Otmani, aseveró en una entrevista que tras arreglar el enfrentamiento del Sáhara Occidental tratará con España el tema de las ciudades españolas Ceuta y Melilla, cuya soberanía reclama el país magrebí. Esta vez fué el primer ministro del reino alauí, Saadeddine El Othmani, quien, en una entrevista concedida a un medio egipcio, aseveró que las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla «son marroquíes como el Sáhara».

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Según ha recalcado Casado, la soberanía española de ámbas ciudades autónomas y la integridad territorial nacional «es irrenunciable». Solo desde la Ley de Extranjería de 2000, que concedía incentivos a los inmigrantes irregulares para empadronarse, afloró estadísticamente el número de extranjeros residentes en el país.

Ni siquiera Marruecos ha reconocido formalmente que está roto el alto el fuego vigente desde 1991, y este lunes el ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, expresó “el deber de su país con el prominente el fuego”, en charla con Josep Borrell, prominente gerente para la Política Exterior de la Unión Europea . Allí se han instalado hoy en día una veintena de carpas donde distribuir a los inmigrantes una vez ponen un pie en tierra. La mayoría de las pateras salen de las costas marroquíes, donde se está haciendo la vista gordita. Rabat lleva mucho más de 60 años demostrando su interés en hacerse con los dos únicos territorios que España tiene en el continente africano.

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Su volumen en Ceuta ascendió hasta los 750 millones de euros y su cierre tuvo un colosal encontronazo sobre la localidad. Aunque sea una resolución soberana de Marruecos, entre 2 países supuestamente amigos, las iniciativas que afectan al vecino deberían consultarse. Melilla sí sostuvo, hasta el cierre de la frontera terrestre en el mes de marzo, por causas sanitarias, el contrabando con Marruecos, que las autoridades locales llaman púdicamente “comercio atípico”, cuyo monto alcanzó los 450 millones de euros cada un año, según una estimación de la Delegación del Gobierno. Nabyl Lakhdar, director de las Aduanas marroquíes, ya anunció hace un año su supresión. El aparatoso incendio de un reactor de Boeing 777, el sábado sobrevolando Rojo, ocurrió en un motor con una efectividad probada de varios años, pero piensa un nuevo golpe para el desarrollador aeronáutico estadounidense, que no deja de acumular reveses.

Además han autorizado prácticamente cien vuelos especiales para repatriar a numerosos una cantidad enorme de turistas. La ministra de Turismo, Nadia Fettah Alaoui, aseguró en un comunicado difundido por la agencia MAP que “Marruecos se ha movilizado para facilitar el regreso de turistas extranjeros en Marruecos a sus países”. En Melilla, los 60 vehículos y las 200 personas marroquíes que llegaron en barco “fueron retornados a la península, en vista de que era irrealizable el acceso a Marruecos por Melilla. Aparte del envío de los marroquíes a sus países de residencia”, explican desde Melilla. Ante la negativa del Gobierno marroquí de admitirlos, la mayoría, 30 vehículos con 33 hombres, 18 mujeres y 3 menores, aparte de otros 18 marroquíes sin coche, “ahora han descuidado la región, previo pago de sus billetes.

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Hasta 1991, la entrada en territorio español era fácil para la población marroquí, a la que no se demandaba visado, de la misma a los ciudadanos de otros países norteafricanos. A partir de ese año se impuso el visado para esas poblaciones como producto de la adhesión de España al Convenio de Schengen. La lista de medidas, grandes o pequeñas, que Rabat ha ido adoptando estos últimos años para estrangular a ámbas ciudades autónomas es larga. Mucho antes de que empezasen a apretar de verdad las tuercas a Ceuta y Melilla, las autoridades marroquíes no se esmeraron en evitar que las fronteras mucho más recorridas de África fuesen un caos. El cruce fronterizo se encontraba lleno de incertidumbres, las normas ajustables jamás estaban claras. Lo sabe el Gobierno de España, que las está dejando morir y en cuyo poder actúan varios reportes, empezando por los de la embajada de España en Rabat. Lo saben los jóvenes melillenses, que tienen que buscarse la vida fuera de sus ciudades.