Melilla Ciudad Monumental

Estas avenidas fueron usuales a lo largo de toda la narración de Melilla, repitiéndose cíclicamente y ocasionando múltiples inconvenientes a la ciudad. En 1692, Marcos de Ayala lo mencionaba sin embargo como río de la Plata, pero no hemos vuelto a localizar este nombre en otros documentos. Juan Antonio de Estrada nos comunicaba en 1748 que era llamado río de Oro «por algunas pintas que suelen extraer las arenas con este bello metal [ … ] y en su nacimiento sacan barro [ … ] para labrar ollas, cazuelas y otras maniobras que salen con las referidas pintas. El río de Oro, también llamado Uad Medduar , tiene su origen en el macizo montañoso del Gurugú, recogiendo aguas procedentes de la meseta de Taxuda y del pico Taquigriat, con una cuenca de unos 85 kilómetros cuadrados. “El contacto y la relación del hombre con la naturaleza durante los siglos deja que algunos accidentes geográficos sean asimilados dentro de una lectura completamente histórica. Decreto nº 756 de fecha 22 de diciembre de 2020, relativo a aprobación definitiva del suplemento de crédito financiado con mayores ingresos aportados por la CAM número / 2020.

Melilla Ciudad Monumental

Hasta la abolición del servicio militar obligación, en el año 2000, Melilla tenía unos 8000 soldados de reemplazo que eran una fuente de ingresos para los negocios de la ciudad. Melilla no tiene tejido industrial y ha desarrollado únicamente el ámbito servicios, primordialmente el campo comercial y de restauración. El 95 % de estas empresas son microempresas mayoritariamente anotadas como persona física, muchas de las cuales centran sus ingresos en contratos y servicios con la propia localidad autónoma.

Enrique Nieto

Otros autores modernistas en Melilla fueron más que nada Emilio Alzugaray Goicoechea y Tomás Moreno Lázaro. ResumenLa Fundación Melilla Localidad Monumental es un organismo autónomo de la Localidad Autónoma de Melilla que tiene como objetivos en general la coordinación entre las Consejerías para la conservación, restauración, cuidado, investigación y difusión del patrimonio histórico-artístico. Pero sus estatutos le confieren de forma específica el promuevo y cuidado del recinto histórico de la ciudad.

  • Construido por González Gallardo según proyecto del 12 de junio de 1912 del ingeniero militar Joaquín Barco para Francisco Aguado en mampuesto y madera, entre el 20 de agosto de 1912 y su inauguración, el 27 de diciembre de 1912, un día siguiente de lo anunciado ya que no aún estaba terminado el complicado adornado preciso para la representación de la compañía cómica lírica de Antonio Paso.
  • La comunidad judía en la ciudad disminuyó sensiblemente en los últimos 40 años .
  • En 1804 la desembocadura pasaba ahora al lado de la torre de Santa Bárbara, en 1816 cerca de la puerta de San Jorge y después de la crecida de 1837 por la actual calle Duque de Almodóvar.
  • No obstante la variación del cauce final había sido causada por medios humanos; concretamente se causó mediante los macizos de tierra de los ataques, que actuaban como diques, y de plantar artificialmente cañas que servían como muro de contención; por esta razón las aguas se iban desplazando de forma lenta hacia el margen izquierdo mucho más próximo a las murallas de la ciudad.
  • Otra teoría, es que el nombre de Melilla proviene de Mellitus, en tanto que en la época del Imperio de roma, la región donde se sitúa la ciudad, era rica en miel y trabajaban la apicultura.

Precisamente estas arenas que se iban depositando sobre la desembocadura, crecida tras crecida, fue colmatando una amplia zona de playas lindantes con las fortificaciones de la ciudad. Si en 1690 las aguas del mar batían las caras del baluarte de San José, a finales del XVIII en esta región ya existía una playa denominada del Mantelete. La percepción sobre el río de Oro no dejaba de tener alguna carga negativa, como fenómeno natural que tampoco asistía a la buena defensa de la región y que era difícilmente controlable por medios humanos . En este sentido, también podemos encontrar referencias documentales sobre el trabajo habitual de acudir al río a cortar las cañas, tanto para evitar el crecimiento de estos muros de abrigo naturales para los probables agresores a la ciudad, como para emplearlas en la fabricación de las faginas y cestones de fortificación.

6 1. Ciudad Autónoma

Bastante sobrio, con decoraciones geométrica con proyectos como el edificio del Banco de España , el edificio de Correos de Melilla y la casa de Amrram J. Wahnony. Desde finales del siglo XIX se inició un periodo de esplendor en Melilla que generó una ciudad moderna, y después de Barcelona la ciudad española con mayor representación del arte modernista, tal como la mayor representación del Modernismo en África. Distintas ramblas y riachuelos quedaban sin cauce definido, ciertos vertían de manera directa sobre la vega de Melilla y los ubicados a la derecha del río desaguaban en la playa de los Cárabos. El control geográfico sobre el campo melillense hace aparición precisamente reflejado en este mapa, concretamente el saber de todas las corrientes de agua de la zona melillense frente a la necesidad de crear la línea de fuertes exteriores que defendieran los límites acordados en 1862. El fin de la Melilla replegada, daba paso al comienzo de la región abierta que exigía terminar con este viejo inconveniente. José Herrera ahora había propuesto esta iniciativa en 1834, pero los proyectos se iniciarán seriamente desde el establecimiento de los límites en 1862. Desde ese momento la localidad recuperaba ese territorio de seguridad que la había caracterizado durante siglos, y los ataques y trincheras fueron destruidos, desapareciendo terminantemente de su ámbito.

La sufrida el 28 de septiembre de 1906 tuvo un carácter desastroso, la avenida se llevó los puentes de madera y ocasionó grandes desperfectos en la zona de Santa Bárbara donde las aguas alcanzaron un metro de altura y fue necesario romper algunos campos del Muro X para que saliesen del recinto. Las obras tampoco hubieron de ser completamente terminantes por el hecho de que seguimos documentando desbordamientos que afectaron a las zonas por donde discurría el cauce viejo en el mes de noviembre de 1886, junio de 1899 (se inundaron los huertos y el Mantelete, siendo exacto evacuar la región, arrastrando asimismo los puentes de madera de San Lorenzo y Camellos). No obstante estos trabajos no fueron completamente definitivos, puesto que en 1885 se redactaba otro emprendimiento de proyectos en el río de Oro para evitar las inundaciones, puesto que el año previo había acaecido una bastante grave que inundó las barracas del Mantelete, provocando tres muertos. Lo cierto es que a lo largo de las crecidas del río las aguas volvían a tomar el rumbo que habían tenido siempre, con lo cual el inconveniente de las inundaciones se repetía como anteriormente. El 22 de diciembre de 1871 comenzaron al fin las obras, y el siete de marzo de 1872 las aguas corrieron por el nuevo lecho de 650 metros de longitud construido en 73 días y que tenía una anchura de dieciséis metros y un desnivel de 2,30 metros; las obras costaron 45.000 pesetas. En la memoria justificaba las proyectos pensando que el desvío dejaría en primer lugar la eliminación del peligro de enfermedades debidas al estancamiento, y con el cauce nuevo también se distanciaban las asoladoras crecidas que destruían las fortificaciones de Melilla, eludiendo además que el puerto se cegara.

La conservación de la red de galerías de sobra de siete kilómetros de largo, cuya construcción data del siglo XVI, se encuentra dentro de los objetivos primordiales de la Fundación Melilla Monumental, para lo que ha encargado su catalogación y planimetría también al instituto dirigido por Juan Antonio Bellver. El directivo del Centro de Cultura Mediterránea destacó la importancia de este catálogo tanto para los profesionales de Historia del Arte como para la perpetuación en el tiempo del grupo patrimonial melillense.

Consistía en un barracón de madera calificado por la prensa local de espacioso y alegre que, concebido como teatro, posteriormente fue transformado en cine. Fernández Treviño ha complacido a Maribel Pintos por su trabajo durante estos años en esta fundación. El primordial objetivo, según apunta la consejera de Cultura es velar por el patrimonio de Melilla y para ello incluso se está discutiendo en cambiar el nombre a Fundación Melilla Patrimonial. Solo se mantiene el exterior de este magnífico edificio, obra del arquitecto Lorenzo Ros Costa.

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