Marruecos Ceuta Y Melilla

En el informe también se apunta que las autoridades locales desearon “educar a los inmigrantes marroquíes que viven en Europa” para que realizaran la pasada Operación Paso del Ajustado -el retorno de los emigrados a su país de origen cada verano- “desde la Península directamente a Marruecos, sin pasar por Ceuta ni Melilla”. En Ceuta y Melilla la economía se resiente, el paro crece, la mano de obra escasea, se necesitan áridos para la construcción y los empresarios se quejan. En Marruecos cientos de porteadoras procuran recolocación y los trabajadores transfronterizos se han quedado sin empleo y sin ayudas a pesar de tener contratos en vigor con compañías españolas.

Esto no lo discute el Gobierno de España ni lo discutimos en este país”, sentenció.
Más tajante se mostró ayer la vicepresidenta Carmen Calvo, transmitiendo lo que es el sentir del Gobierno.
“Primero hay que arreglar terminantemente el conflicto del Sahara, que es nuestra prioridad absoluta”, ha dicho, solo unos días después de que su Gobierno se haya anotado una victoria diplomática con el acompañamiento de Donald Trump, que ha firmado el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
Fue el presidente marroquí, Saadeddine El Othmani, el que en una entrevista aseguró que “llegará el día en que iremos a reabrir el asunto de Ceuta y Melilla, territorios marroquíes como el Sahara”, dijo en una cadena egipcia.
A esto se aferraban fuentes diplomáticas españolas para restar importancia al tema, señalando que Othmani respondió de esta forma frente a la insistencia de las preguntas del periodista.

Según el mencionado informe, que incluye la información facilitada por una fuente cuidada marroquí, las fronteras con Marruecos por medio de ámbas ciudades españolas se deberían haber reabierto el pasado 15 de septiembre. No obstante, Marruecos no lo hará cuando menos “hasta enero de 2021”, como ya adelantó este periódico. De hecho, la apuesta más seria de Marruecos en su política de reclamación territorial fueron hasta ahora los proyectos de avance de la zona norte, en realidad iniciados con poco éxito en los años setenta y que quieren anular el peso económico de Melilla y Ceuta en pos de Nador, Alhucemas, Tetuán y Tanger. La idea es simple, si las ciudades pierden sentido económico, España negociará. Lo cierto es que esas ciudades jamás han tenido una excepcional importancia económica, y, a la inversa, su peso relativo fué siempre y en todo momento mayor en la región marroquí circundante más como consecuencia del grave subdesarrollo regional que de la economía de las dos ciudades autónomas.

De De Qué Manera Marruecos Asfixia A Ceuta Y Melilla Y El Gobierno Las Deja Fallecer

La identidad, por consiguiente fue entonces y es abordada hoy de forma harto diferente en un país y en otro. La presunta polémica entre ambos países sobre este hecho no existe; y la rigidez de la situación de Marruecos sobre la identidad de Ceuta y Melilla, que nunca ha hecho referencia a los cristianos y judíos de las dos ciudades en términos conciliadores, pone en evidencia la gran distancia que hay entre las dos posiciones. El presidente del Gobierno marroquí, Saadedin Otmani, aseveró en una entrevista que tras arreglar el conflicto del Sáhara Occidental tratará con España el tema de las ciudades españolas Ceuta y Melilla, cuya soberanía reivindica el país magrebí.

Lo sabe el Gobierno de España, que las está dejando morir y en cuyo poder actúan numerosos reportes, comenzando por los de la embajada de España en Rabat. Lo saben los jóvenes melillenses, que tienen que buscarse la vida fuera de sus ciudades.

Reunión De Melilla

Bastante criticaron Aznar por hacer lo que logró, muchos piensan que, si llega a ser hoy, los marroquíes proseguirían allí, y se abriría un diálogo. Un día una vez que el primer ministro del reino alauí, Saadeddine El Othmani, afirmara en una entrevista que Ceuta y Melilla «son marroquíes como el Sáhara», el Ejecutivo mostró ayer, por boca de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, la máxima contundencia en la respuesta. El Gobierno convocó de urgencia el pasado lunes a la embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, a la que la asesora de Estado de Temas Exteriores, Cristina Gallach, pidió explicaciones, trasladándole que «España espera de sus socios respeto a la soberanía y también integridad territorial de este país».

Melilla es puerto franco, exactamente la misma Ceuta, desde mediados del siglo pasado. El 46 % de la población censada es originaria de la península ibérica, con el idioma español como lengua materna y de tradición religiosa católica (diócesis de Málaga). Otro 44 % de los melillenses son musulmanes, en su mayor parte de origen rifeño; ciertos tienen ahora conseguido el español como lengua materna, al paso que otros tienen el chelja o rifeño , que es la lengua mayoritaria en la región donde se asienta Melilla. Esta lengua tiene reconocimiento oficial en Marruecos, pero no en el enclave español, aunque hay un artículo del estatuto de autonomía de la ciudad de Melilla en el que se exige la «promoción y protección de la lengua y cultura bereberes». Le prosigue en importancia, más histórica que demográfica, la red social judía con unos 1000 pobladores, en su enorme mayoría descendientes de sefardíes expulsados de la península ibérica por orden de los Reyes Católicos y la Inquisición Española. La red social judía en la localidad redujo sensiblemente en los últimos 40 años . Por ende, hay que dejarse de aventuras y sostener unas buenas relaciones de amistad y cooperación, lo que va a ser beneficioso para ambas partes.

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Otros autores modernistas en Melilla fueron más que nada Emilio Alzugaray Goicoechea y Tomás Moreno Lázaro. , siguiendo modelos que van desde el Renacimiento hasta los baluartes de la escuela hispano-flamenca que se edifica durante el intérvalo de tiempo borbónico. Cuenta, por tanto, con una ciudad amurallada construida en un inicio por ingenieros italianos y posteriormente por españoles y profesionales venidos desde los Países Bajos. Su primer presidente del Consejo de Gobierno fue el político del Partido Popular Ignacio Velázquez Rivera, el que era ya, desde 1991, alcalde de Melilla. Tras impedir ilegalmente el debate de una petición de censura en su contra, por último debió autorizarla y fue desalojado del poder en 1998. Tras la irrupción del GIL en las ciudades autónomas en las selecciones de 1999, llegó al poder Mustafá Aberchán, presidente de Coalición por Melilla y primer presidente autonómico musulmán de España. Aberchán fue sustituido en 2000, mediante una nueva moción de censura, por Juan José Imbroda, de Unión del Pueblo Melillense (que en 2003 se integraría en el Partido Habitual).

Es verdad que la composición étnica, religiosa y laboral de las dos ciudades ha ido mudando. Las comunidades musulmana, y, en menor medida, judía e hindú han marcado ayer y aún marcan el día de hoy el censo de población y el armamento humano que tipifican la economía de trueque ceutí y melillense.