Victoria Eugenia Melilla

La caída del duque de Lerma, valido del rey, y la renovación de puestos en el círculo personal del rey, logró que los veteranos cargos del imperio fueran vistos con recelo. Pronto iba a estar en el disparadero el duque debido a su supuesta participación en la llamada “Conjuración Veneciana”. En recompensa a la excepcional tarea efectuada en Sicilia fue nombrado virrey de Nápoles, tomando posesión del cargo en junio de 1616. La situación de Nápoles no era muy distinta a la que sufría Sicilia antes de la llegada del duque, con lo que debió empeñarse con celo de nuevo.

Ese año los partidos republicanos se unieron en frente de la monarquía con la firma del Pacto de San Sebastián.
A consecuencia de la explosión murieron tres oficiales y cinco soldados del séquito real, tres personas mucho más en los balcones y resultaron con lesiones más de catorce personas que contemplaban el paso del cortejo.
Hubo pronunciamientos militares republicanos que fueron frustrados por el gobierno en la base aérea de Cuatro Vientos y en Jaca (este último encabezado por los capitanes Fermín Gallardo y Ángel García Hernández, que fueron fusilados tras un consejo de guerra).
Tras la caída del dictador —que falleció semanas después—, aumentaron las manifestaciones antimonárquicas, se acusó al rey de haber auspiciado la dictadura de Primo de Rivera y de tener responsabilidades en el Desastre de Annual.

Ahora en el siglo XX, las aventuras coloniales comenzaron nuevamente en la región norte de Marruecos, que había sido adjudicada a España en los repartos internacionales, lo que conduciría a la sangría de la Guerra del Rif. Hijo póstumo de Alfonso XII y María Cristina de Habsburgo-Lorena, nació en el Palacio Real de La capital española. El 22 de mayo, cinco días tras su nacimiento, fue bautizado en la capilla del mismo palacio, por el capellán mayor y arzobispo de Compostela, el cardenal Payá. Le fueron impuestos los nombres de Alfonso León Fernando María Santiago Isidro Pascual Antón, siendo sus padrinos el papa León XIII y su tía paterna la infanta Isabel. Su madre ejerció la regencia a lo largo de su minoría de edad, entre 1885 y 1902. En el final de la Regencia y poco antes de comenzar su reinado exactamente, España, tras la intervención de los Estados Unidos en 1898 en la guerra colonial, perdió sus últimas posesiones ultramarinas en Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam en una derrota militar conocida como el desastre del 98. Abandonó España de forma voluntaria después de las elecciones municipales de abril de 1931, que fueron tomadas como un plebiscito entre monarquía o república. Fue inicialmente sepultado en Roma, donde murió; sus restos no fueron trasladados al Panteón de los Reyes del Monasterio de El Escorial hasta 1980. Alfonso XIII de España, llamado «el Africano» (La capital de españa, 17 de mayo de Roma, 28 de febrero de 1941), fue rey de España desde su nacimiento hasta la proclamación de la Segunda República Española el 14 de abril de 1931.

Brigada Orgánica Polivalente «rey Alfonso Xiii», Ii De La Legión

El encontronazo que tuvo sobre la opinión pública generó un sentimiento muy crítico con la política mantenida hasta ese instante en Marruecos, y por norma general con todo el sistema político de la Restauración, ahora tambaleante desde la huelga general de 1917. Se inició una investigación de lo sucedido en el que, al parecer, quedaban comprometidos en graves responsabilidades cargos elevados de la administración, pero dicho informe jamás vio la luz. Ena, como se la conocía, alteza serenísima por nacimiento, fue elevada al rango de alteza real un mes antes de su matrimonio, para evitar que la unión fuera considerada dispar o morganática.

El monarca fundó este organismo de una forma sin dependencia del gobierno, para no poner en una situación comprometedora su neutralidad. Así, con fondos propios de un millón de pesetas, estableció en el Palacio Real una secretaría donde llegaban las peticiones de información e intervención para con los presos de ambos bandos; cosa que fue viable gracias a los buenos contactos y relaciones del rey con los diversos países contendientes.

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Volvió a casarse una segunda vez, con Marta Esther Rocafort y Altuzarra, aunque no tuvo descendencia de ninguno de estos matrimonios. Falleció gracias a las heridas producidas tras un accidente de tráfico, como consecuencia de la hemofilia que sufría. Fue un hombre sabedor de la relevancia de la educación y la investigación, apasionado del motor y la ingeniería. Donó a la Universidad y al Estado unos terrenos de su propiedad en Moncloa, para que se edificara la Localidad Universitaria, donde se formarían los nuevos titulados que llevarían a España a la carrera científica que por ese momento apenas se se encontraba empezando, antes a la Enorme Guerra. Por su parte, su hijo Juan, conde de Barcelona, renunció a sus derechos al trono en 1977, en favor de su hijo Juan Carlos, que había sido nombrado rey en 1975, a la desaparición del general Franco, en virtud de la ley de sucesión a la jefatura del estado de 1947. Con la renuncia a sus derechos por la parte del conde de Barcelona se recobró la legitimidad dinástica de la monarquía histórica, tal como recoge el producto 57 de la Constitución española de 1978.