SublevacióN Militar Del 17 De Julio De 1936 En Melilla

» No de manera casual, allí, tierra de la Legión, empezará la ejecución del plan golpista. El Ejército de África se sumó masivamente al alzamiento si bien su papel estaba llamado a ser realmente secundario, más moral que material, ya que, si los rebeldes se hacían con el control de La capital española y de la grandes ciudades peninsulares las tropas de guarnición en Marruecos no deberían tener mucha relevancia.

SublevacióN Militar Del 17 De Julio De 1936 En Melilla

El general Sanjurjo, a consecuencia de su fracasado golpe para derrocar al gobierno el diez de agosto de 1932 fue internado en un penal y después desterrado a Portugal. La subida al poder del Frente Popular en las selecciones amañadas de 1936 llevaron a los militares y a bastante españoles a proponerse acabar con el estado de cosas existentes en España a través de una sublevación. El llamado a liderar la rebelión era Sanjurjo y el encargado de organizarla, “el Directivo”, el general Mola.

El Gobierno De Largo Caballero

El general Franco, tras asegurarse el éxito en Canarias, llegó a Tetuán el 19 de julio para ponerse al frente del ejército de África. El gobierno militar de Zaragoza se encontraba al mando del general Miguel Cabanellas, quien en el momento en que fue nombrado jefe de la V División Orgánica de Aragón se le consideraba un militar republicano con fama de masón. En los primeros momentos del golpe militar, Cabanellas mostró una actitud ambigua que posibilitó que el esencial núcleo obrero y anarquista zaragozano perdiera la idea y no se pudiera llevar a cabo con las armas, como sí ocurrió en otras ciudades.

A pesar de ello, los homicidos del teniente Castillo y de Calvo Sotelo en el mes de julio de 1936 consiguen gran importancia. Franco, desde Canarias, debe ponerse al frente del alzamiento en Marruecos que comenzará Yagüe. Desde allí se dirigirá en barco hacia España, al mismo tiempo que Mola y Gonzalo Queipo de Llano ( ) comiencen la rebelión en Navarra y Sevilla respectivamente.

El Gobierno De Negrín

En el alzamiento fue sostenido y estructurado militarmente desde jefes y oficiales que han tomado las primeras ideas de la sublevación. Los partidos tradicionalistas y católicos (monárquicos de Renovación Nacional, carlistas y Falange De españa) dieron los cuadros para la retaguardia y los oficiales provisionales para el frente. Desde 1933 se se encontraba gestando una vasta conspiración con elementos militares, falangistas, carlistas y alfonsinos. Esta conspiración se aceleró con el triunfo electoral del Frente Habitual en febrero de 1936.

Las matanzas se hicieron aprovechando los traslados de presos de diversas cárceles madrileñas, populares popularmente como sacas, llevados a cabo entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre de 1936, mientras que se encaraban las tropas nacionales golpistas por el control de la capital. El presidente del gobierno republicano, Juan Negrín, ordenó que las Brigadas Internacionales saliesen del ámbito de la contienda el 28 de octubre de 1938, día en el que desfilaron por las calles de Barcelona como despedida oficial de su intervención. Para entonces, la mayor parte de los miembros de las llamadas Brigadas De todo el mundo eran españoles. Hasta el final de la guerra, todavía permanecieron en España cerca de 2.000 brigadistas que no lograron ser adecuadamente repatriados. Las Brigadas De todo el mundo fueron un grupo de entidades militares compuestas por voluntarios extranjeros, que a lo largo de parte importante de la Guerra Civil de españa lucharon en favor del bando republicano, entre noviembre de 1936 y octubre de 1938. Francia cerró su frontera a la entrada de material bélico destinado a alguno de los contendientes, lo que dañó claramente al gobierno republicano. Por su lado la URSS de Stalin, tras comprobar la participación activa y directa de italianos y alemanes, rechazó la política de no intervención.

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