Sitio De Melilla 1921

En Melilla, la zona española era más amplia y entendía la línea reconquistada entre agosto de 1921 y enero de 1922. A partir de este instante, en la región oriental no hubo combates de importancia, alén de emboscadas protagonizadas por tropas irregulares españolas como las que llevó a cabo la llamada Jarca de Varela, grupo de tropas indígenas irregulares organizadas por el general Varela. Era tiempo de asegurar los puntos fuertes que se iban estableciendo en el territorio que rodeaba la localidad. El enemigo había tomado posiciones en las laderas del monte Gurugú y desde allí controlaba con fuego de fusil y cañón las posiciones españolas y las sendas de abastecimiento de exactamente las mismas. La posición se encontraba al lado del mar guarnecida por en torno a 300 hombres.

Sitio De Melilla 1921

Fue atacada el 22 de julio y se replegó sobre la posición Intermedia A, que asimismo fue atacada. Está situación fue ocupada por España para proteger el ingreso a Annual desde Ben-Tieb. Disponía de 8 piezas de artillería y en torno a 300 hombres. No combatió y sus pertenecientes se unieron a la retirada general hacia Ben-Tieb.

Razones Del Desastre

Los rifeños, por tanto, no se consideraban implicados por los acuerdos que pudiese haber alcanzado el Majzen con las potencias europeas. El Rif, zona montañosa del norte de Marruecos se consideraba «región de influencia española» por el tratado firmado con Francia el 5 de octubre de 1904. En estas fechas se prepara en Melilla un tren blindado que participa con efectividad en las operaciones que se hacen en la región. Desde sus aspilleras, que dominan bien el terreno, el fuego de fusil da cuenta de cualquier enemigo que pretenda estorbar el aprovisionamiento de las posiciones cercanas a las vías. Arturo Barea, en La ruta (segundo libro de la trilogía La forja de un rebelde), refiere en numerosos sitios capítulos de corrupción entre jefes, oficiales y suboficiales españoles. El territorio tomado quedó defendido por situaciones desperdigadas mal abastecidas y organizadas, lo que las hacía difícilmente defendibles en frente de un ataque enemigo.

  • La primera parte, durante el mes de julio, correspondió a una respuesta instantánea a la agresión, un tanto precipitada, despreciando la posición dominante de los rifeños en las alturas del Gurugú, e ignorando la carencia de preparación de las tropas, singularmente las que llegaron apuradamente de Barcelona y La capital española.
  • «Carta a los Reyes Católicos del 28 de julio de 1493».
  • Cada día se tuvieron noticias del cautiverio de nuestros soldados, cada día estos reciben mas insultos y privaciones, la vigilancia es extremada, siendo la comida lo justo para no morirse de apetito.
  • El desastre de Annual tuvo también esenciales consecuencias.
  • El fuerte de Cabrerizas Altas forma adjuntado con el fortín de Reina Regente la línea exterior de defensa de Melilla.

Posición que, en ese momento, se hallaba ya rodeada de una cantidad enorme de enemigos. En su camino tan solo se interponían ciertas posiciones como las situadas en Monte Arruit o Zeluán (escasa defensa ante tal gentío). Y más específicamente para la ciudad norteafricana, la que acogía desde mujeres y pequeños, hasta los heridos llegados desde el frente. El éxito inicial de la campaña convirtió a Silvestre en el héroe actualmente y le granjeó más de un banquete a costa del Estado. El Conde de Romanones, por ejemplo, le definió entonces como «un militar de condiciones inusuales […] con enorme ambición de impulsos imaginativos». Lo que los diarios desconocían es que aquella expansión no era mucho más que un mero espejismo, pues se había llevado a cabo a marchas forzadas, sin crear líneas de suministros de víveres eficientes y sin edificar situaciones protectoras correctas para resistir al enemigo. Únicamente se habían construido pequeños fuertes llamados « blocaos».

Lo Último En España

La llegada de tropas en Melilla fue un entusiasmo indescriptible; una muchedumbre inmensa, todo el pueblo en sí, estaba unido por exactamente la misma iniciativa; todos y cada uno de los corazones latían al compás de un mismo sentimiento, todos en conjunto tenían exactamente el mismo modo de meditar, cifrando en los llegados su salvación; desbordaba el entusiasmo. El día 1 de septiembre salió del Zoco el Hac de Beni-Beni un convoy para aprovisionar la situación de Casabona. Con el convoy iba un coche camión blindado.

Sitio De Melilla 1921

Peleas decisivas de la crónica de España. Las responsabilidades del desastre, Ecce Homo, Prueba reportaje y apuntes nuevos sobre las causas del derrumbamiento y secuelas de . El avance se produjo de manera temeraria, no se tuvo presente la posibilidad de un contraataque del enemigo. Las líneas militares eran de excesiva extensión con relación a las fuerzas libres.

En el momento con más efectivos el ejército de operaciones contó con cerca de 42.000 hombres. Quedó patente la necesidad de un cambio de proyectos, ya que los batallones enviados apuradamente carecían de la rivalidad que se requiere para el combate, y era exacto un intérvalo de tiempo de preparación y adaptación al nuevo ambiente bélico; además las posiciones de los rifeños en el Gurugú les daban una virtud que era exacto combatir de otra forma. Además como reconoció el propio general Marina había que «rehacer el espíritu de aquella gente, bastante quebrantado», antes de que volviesen a batallar. El 9 de julio de 1909, un capataz y trece trabajadores españoles fueron tiroteados en el momento en que empezaban la jornada laboral en la construcción del puente sobre el barranco de Sidi Musa, a unos 4300 m de los límites de Melilla, en la línea del ferrocarril minero de esta localidad a Beni Bu Ifrur, resultando fallecidos cuatro de . Los demás consiguieron huír y regresar a Melilla utilizando una locomotora de la Compañía del Norte Africano. El 23 de agosto las banderas legionarias participan en el altercado sobre las barrancadas de Frarhana, en las cercanías de la situación de Zoco el Had; dos días más tarde el propósito es Tizza, donde se tiene planeado crear novedosas posiciones que contribuyan a garantizar el control del territorio. Pero cada nueva posición aislada requiere asimismo la salida de un convoy de aprovisionamiento, normalmente con una periodicidad de tres días; los legionarios participan en estas misiones en el servicio de Sidi Amed y el Atalayón.

El Desembarco de Alhucemas, por José Moreno Carbonero, donde las tropas españolas festejan la victoria (véase a Primo de Rivera saludando a bordo del navío nº 22). Las tropas españolas, en el desarrollo de colonización de la zona norte del país, hallan numerosos focos de resistencia. Ahora unos meses antes de la firma del tratado del protectorado había sido sofocada en el Rif, cerca de Melilla, una rebelión encabezada por un jefe conocido como El Mizzian. En el momento en que la colonización empieza a hacerse efectiva, brotará un nuevo foco rebelde, en esta ocasión en Yebala (zona desde la testera atlántica hasta las estribaciones del Rif y donde está Tetuán, la ciudad más importante del protectorado), capitaneado por Ahmed al-Raisuni, señor de Arcila y la costa atlántica, que se extendería hasta 1919. En 1775, un convoy británico en ruta hacia Melilla fue detenido y tomado por la Armada Española, y las velas españolas se dieron a conocer en las cercanías de la región sitiada; al tiempo, los turcos empezaron a presionar las fronteras orientales de Marruecos.​ A lo largo del sitio, los argelinos abandonaron. El sitio de Melilla fue un bloqueo armado llevado cabo desde el 9 de diciembre de 1774 al 19 de marzo de 1775 por el ejército del Sultanato de Marruecos, comandado por el sultán Mohammed ben Abdalah y respaldado por los británicos y mesnaderos argelinos, contra la fortaleza de españa de Melilla, protegida por una pequeña guarnición bajo el mando del gobernador Juan Sherlock.

Quedaron 492 presos españoles de los que sobrevivieron 326. La guarnición constaba de unos cien hombres y artillería.

Nuestra pasividad envalentonaba a los rebeldes y hubiese podido perjudicar a la ética de nuestras tropas que están ardiendo de entusiasmo. La columna del general Cabanellas fue la iniciadora del avance esperado; los buques de la escuadra tomaron posiciones entre el Zoco Arbáa y cabo de Agua.

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