Animalia Melilla

Los erizos son pequeños mamíferos cubiertos de púas; pertenecen al orden Eulipotyphla, si bien antiguamente eran considerados del orden Insectívoro, hoy día obsoleto. Hay un total de dieciséis especies de erizos divididas en cinco géneros; el único erizo que no forma parte a esos géneros es el erizo gigante o también popular como Erethizontidae . Viven en colonias que tienen la posibilidad de contar hasta con tres millones de individuos. En cada colonia, la reina o reinas son las únicas que ponen huevos y sus ovarios incrementan de tamaño de manera sorprendente.

La mayor parte de estos insectos no tiene alas, pero a lo largo de la temporada de la reproducción ciertas las desarrollan y abandonan el grupo para formar colonias propias. De ahí que estos insectos no solo se alimentan de la madera en los hogares y edificios, sino más bien de todo cuanto hallan a su paso que la contengan, consumirán papel, alfombras y cualquier otro material a partir de celulosa. Las termitas son rebosantes y distintas en América del Sur, África y Australia especialmente en los bosques tropicales de tierras bajas y sabanas. Muchas especies construyen colonias en forma de montículos y muchas otras son arbóreas o de vida subterránea.

Antarctica & Southern Ocean Islands

Los bebés realizan el auto-ungimiento aun antes de abrir los ojos. Los erizos emiten una extensa selección de sonidos con los que comunicarse, desde gruñidos hasta fuertes chillidos. Cada vez que escuchan algún estruendos diferente al que no estén acostumbrados se protegen con sus púas haciéndose una bola y emiten un sonido (como una respiración acelerada). Estas viven en entornos blandos como madera y suelos húmedos, provenientes de entornos cercanos a cuerpos de agua.

Su nombre científico hace referencia al hecho que las termitas adultas muestran 2 pares de alas de igual tamaño. Las termitas se nutren de la celulosa contenida en la madera y sus derivados, que degradan merced a la acción de los protozoos de su sistema digestivo, con los que viven en simbiosis. La mayoría de las termitas son de climas tropicales o subtropicales, pero unas pocas viven en climas tibios. Se conocen unas 3000​ especies, seis de las que han sido introducidas a otras regiones como plagas urbanas. Todas las especies de erizo son principalmente nocturnas, aunque ciertas tienen la posibilidad de estar más activas de día que otras. Duermen durante una gran parte del día entre la yerba o en agujeros en la tierra.

Los bosques de coníferas son el hábitat mucho más representativo de esta clase de termita. Las termitas por sí mismas no tienen la capacidad de digerir la celulosa, pero pueden explotar sus nutrientes merced a la humillación de celulosa que efectúan protozoos que viven en simbiosis en el aparato digestivo de las obreras. La alimentación del termitero se genera por trofalaxia, las termitas llevan el alimento en el aparato digestivo, y lo transmiten a otros individuos a través del conducto anal o de la boca. Las termitas tienen importancia económica como plagas en estructuras de madera, maravillas artísticas y modelos guardados.

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Todas las especies padecen temporadas de sopor; ciertos hibernan en invierno y otros estivan en verano, en dependencia de la clase, temperatura y abundancia de alimento. Los erizos habitan Europa, Asia, África, y fueron introducidos en Nueva Zelanda. No hay erizos endémicos de Oceanía, ni tampoco erizos vivos que sean nativos de Norteamérica. En España viven dos especies, el erizo europeo y el erizo moruno, pero en cautividad es muy recurrente el erizo orejudo.

El hábitat primitivo de las termitas fue probablemente en madera fallecida, como leños, partes muertas de árboles vivos; donde la sociedad hallaba alimento y refugio, lo que llaman como nidos de una parte. Se encuentran en ambientes naturales y en zonas urbanas donde se maneja la madera para objetivos comerciales. Estas termitas resisten largos períodos sin agua y llegan a ser invasoras. Su nutrición debe fundamentarse en pellets especializados para insectívoros,​ complementado con insectos,​ frutas y verduras.​ Se le debe controlar el alimento ya que tienen la posibilidad de engordar y empeorar su calidad de vida.

Lo que más les agrada comer son insectos como lombrices o tenebrios. Se le debe proporcionar su alimento una vez cada día, preferentemente en la tarde. Si al siguiente día no se acabaron esa comida se le debe retirar hasta su próxima comida. Esporádicamente los erizos efectúan un ritual conocido como coche-ungimiento.​ Al sentir un fragancia nuevo el erizo va a correr a su fuente, la olerá y la morderá. Después pegará la espuma olorosa de su boca en sus espinas con la lengua. La naturaleza de este accionar no está clara pero se especula con que pueda ser útil de camuflaje.

• No es requisito bañarlos, pero sí desinfectar su medio ambiente cada cierto tiempo o como lo vean necesario.
• La especie que se vende como mascota es el erizo pigmeo africano, híbrido del erizo africano y el erizo moruno .
• Ámbas especies necesitan una temperatura incesante de 25º a 27°C, con lo que en invierno es primordial proporcionar un sistema de calefacción individual (no es suficiente con la calefacción de casa).
• Es bueno que si tienen una jaula se ponga algún material para que absorba sus desechos.

Las termitas que edifican montículos remueven enormes proporciones de tierra en los suelos duros y poco fértiles, con lo que contribuyen a la aparición de pequeñas plantas que tienen la posibilidad de alcanzar el tamaño de arbustos y pequeños árboles. En libertad los erizos recorren numerosos km cada día, por lo que en cautividad requieren todo el espacio que resulte posible. De no tenerlo comenzarán a estresarse y a ganar peso, que con el tiempo causará inconvenientes hepáticos. Por tanto, una rueda​ como la de los hámsters pero de gran escala es una de las mejores maneras de lograr que puedan ejercitarse y distraerse en su habitáculo. Para que una rueda sea adecuada deberá medir cuando menos 30 cm de diámetro y no tener barrotes que puedan amputar o herir sus patas. No son difíciles de mantener, pero necesitan algunos cuidados especiales debido a su sensibilidad a los cambios climáticos y su poca capacidad para adaptarse a espacios cerrados. Se cree que tienen la posibilidad de llegar a vivir hasta ocho años, pero en España en la práctica son muy pocos las situaciones de erizos tan longevos, que acostumbran a fallecer de todos modos a los cuatro o cinco años.

Los erizos no han cambiado bastante a lo largo de los últimos quince millones de años. Como muchos de los primeros mamíferos, han adoptado una vida eminentemente nocturna y una nutrición insectívora.