Teatro Kursaal Melilla

El arquitecto escogido para efectuar el encargo fue el técnico barcelonés, afincado en Melilla, Enrique Nieto y Nieto que ejecuto el emprendimiento de teatro y la dirección de las obras de su construcción. Jalvo y revisados por la Comisión Visitadora de Espectáculos Públicos —4 febrero 1930—, van a ser autorizados por la Comisión Persistente de la Junta Municipal, en sesión de 20 de febrero de 1930, comenzándose el derribo del anterior «Salón Kursaal» el 19 de mayo del mismo año. Fue renombrado Cine Nacional en 1937 y padeció la pérdida la decoración original de la salón 1952 y 1953, reemplazada por una de Pedro Aroca, de los pináculos de la testera principal tras varios terremotos entre 1958 y 1959 y la supresión de los palcos del procenio en 1969 para agrandar la pantalla.

Sin embargo, un año después, el arquitecto Lorenzo Ros va a efectuar un increíble despliegue de arquitectura y motivos art deco en el cine Monumental, a pocos metros del previo, demostrando que el modernismo, en cualquiera de sus vertientes, había sido alejado por una exclusiva sensibilidad ornamental. Por ejemplo alejado de la verdad melillense, vamos a citar un emprendimiento del arquitecto Julio Gallardo para el cine Teatro en el parque de San Francisco de Oviedo, estudiado por la profesora Maria Cruz Morales Saro. Hablamos de un edificio ubicado en un lugar estratégico del ensanche, entre las calles Pablo Vallescá y la de Joaquín Costa a la que tendría su testera primordial. El contratista de los trabajos fue Pedro Martínez Rosa, uno de los más importantes hombres de negocios del sector y colaborador habitual de Nieto, actuando en la carpintería Adolfo Hernández y en la ornamentación Vicente Maeso, que también había colaborado ampliamente con el arquitecto Nieto en proyectos precedentes. Desde 1922 propietario del del sol y empresario, Rafael Rico Albert, animado por el auge popular que el cine iba consiguiendo, lo dedico de forma exclusiva a sala de proyección y a fines de este decenio decidió renovar estas instalaciones de madera y también invertir en la construcción de un edificio de enorme monumentalidad.

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A su vez, una moldura en forma de bocel recorre horizontalmente ámbas fachadas abrazando los arcos superiores de los vanos y confiriendo un factor de equilibrio compositivo en un grupo que capacidad sobre todo los elementos verticales. También hay en Melilla múltiples arquitecturas fabriles en el barrio Industrial que prosiguen el mismo esquema secesionista, algunas ya desaparecidas, conservándose los Guardes Montes como el edificio mas singular que sigue estos factores.

La imposición del cine en oposición al teatro empezaban ahora a ser primarios, como el tamaño de la pantalla para proyección de las películas, puesto que la embocadura original era excesivamente pequeñas para sistemas panorámicos o de cinemascope. A lo largo de los años treinta y 40 el edificio no sufre ediciones visibles y en una fotografía de 1944 disponemos una vista del interior antes de las agresivas transformaciones posteriores. Por otra parte, nos encontramos ante un edificio de enorme envergadura, de unos 23.000 metros cúbicos edificados y que en ciertos instantes de su crónica , sumando todas y cada una de las butacas del patio del primordial, y del general, hacían viable una aptitud de 2.000 localidades de aforo sentado. Asimismo contaba el teatro con 2 palcos en el proscenio, a cada lado del ámbito, preparado en dos pisos y de planta curva, que permitiría una privilegiada asistencia a las representaciones laterales. Estaban ricamente decorados si nos ajustamos al proyecto original, con columnas o pilastras ornamentadas con cierta elegancia.

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Los palcos proscenios dejaron de tener sentido en un instante en el que el teatro por el momento no tenia la relevancia del pasado y el cine se imponía como espectáculo de masas, con lo que se cegaron estos palcos al lado del ámbito, aunque durante unos años se sostuvo curiosamente su volumetría. La evolución de la propia industria cinematográfica exigió reformas que son las que dieron rincón al edificio así como llego hasta el día de hoy de su renovación. De este intérvalo de tiempo es interesante un proyecto que estudia exactamente el tamaño de la embocadura y pantalla y su precisa ampliación, lo que al final conllevaría la supresión de importantes elementos del interior. Desde los años cincuenta empiezan a generarse ciertas transformaciones significativas. El edificio, concebido principalmente como teatro, ofrecía algunos problemas de visualidad que se intentaron arreglar a través de varias obras siguientes. Afirmaremos que estamos ante un mismo edificio concebido en dos momentos diferentes, con dos proyectos distintas, pero con una unidad cronológica en el avance de las proyectos, fruto posible de las esperanzas comerciales del propietario que iría dejando claro el encargo al arquitecto.

• El directivo de la ONCE en Melilla, Carlos Gordillo, ha anunciado la imagen de este cupón al presidente de la Reunión de la Localidad Autónoma, Eduardo de Castro, en un acto que ha tenido lugar en el propio teatro.
• El teatro Kursaal ha sufrido durante su historia algunas transformaciones que deben ser estudiadas, ya que explican distintas situaciones que No tienen la posibilidad de ignorar y que permiten hacer comprensible la manera en la que esta arquitectura llego hasta su total renovación actual.
• Propiedad de los hombres de negocios Jorro y Rivas, era un enorme pabellón de madera con carpintería interior de diseño vienés para el recreo provisto entonces de la mayor pista de España, en el año 1915 es comprado por Ricardo Ramos Cordero que en 1916 lo reforma para servir de teatro de variedades y comedias.
• Son cinco millones y medio de cupones que llevan como motivo una imagen de la testera principal del teatro Kursaal ‘Fernando Arrabal’, enmarcado en unas cortinas en forma de ámbito, donde aparecen asimismo las imágenes corporativas del espacio escénico y de la ciudad autónoma de Melilla.