Ceuta Y Melilla EspañA

Característica diferenciadora es que en este ente territorial particular queda subsumido el ente municipal preexistente, el Ayuntamiento, quedando asignadas las atribuciones propias de este organismo. Por consiguiente, el Alcalde de la región es asimismo el Presidente de la Localidad Autónoma. En lo que se refiere a las diferencias con las comunidades autónomas, resaltan la carencia de capacidad para designar Senador Autonómico y la de legitimación ante el Tribunal Constitucional. En Ceuta, Rabat cerró la frontera al contrabando el 7 de octubre de 2019 sin tampoco comunicárselo a las autoridades españolas. Marruecos está en su derecho a acabar con esas exportaciones irregulares, que generan muchos “empleos basura”, pero dañan su economía.

La política exterior de españa, como tantas otras, está marcada nuevamente por lasinjerenciasde Pablo Iglesias en el negociado de Arancha González Laya. La ministra de Asuntos Exteriores vió cómo de un plumazo se han deteriorado, más si cabe, las enclenques relaciones entre el Gobierno de Sánchez y el reino alauí. La retirada de las concertinas, con las que los migrantes se desgarran la piel al procurar saltarlas, fue una de las primeras promesas del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que defendió un sistema mucho más seguro pero menos lesivo para frenar la entrada de migrantes en ambas ciudades autónomas. Una maraña de cuchillas, no obstante, protege la valla del lado marroquí –donde se ha reforzado la seguridad en los últimos meses–, y aún tienen la posibilidad de verse concertinas a media altura en el lado melillense. Tradicionalmente su administración dependía de la provincia andaluza de Cádiz. La Constitución de españa de 1978 reconoce a Ceuta como una localidad autónoma. En 1995 las Cortes En general aprobaron su Estatuto de Autonomía, que aunque no le otorga aptitud legislativa (razón por la cual carece de asamblea legislativa propia) sí deja ofrecer a las Cortes las ideas legislativas que considere oportunas.

El Presidente De Marruecos Cree Que Las Ciudades Autónomas Son Marroquíes Como El Sáhara

Hemos vivido repúblicas, guerras civiles, dictaduras, golpes de Estado, reyes que van y vienen y los últimos 40 años, un simulacro democrático con esta partidocracia. Políticos corruptos, pompa, boato, derroche y privilegios desconocidos en cualquier democracia occidental. Un país con territorios donde no puedes colgar la bandera nacional en tu ventana, se persigue la lengua común y se deja instruir en comunidades autónomas falsedades contra la crónica de España. En el siglo XXI tenemos Ceuta y Melilla y no tenemos política de inmigración. No la vigente política basura asentada en la demagogia, la mentira y el cinismo. Política de Estado reconociendo que la inmigración ilegal masiva acaba con el Estado de confort ya debilitado en España, con millones de personas en el umbral de la pobreza. En 1847, se estableció en Ceuta la sede administrativa de todos los asentamientos españoles en la costa africana.

Esta lengua tiene reconocimiento oficial en Marruecos, pero no en el enclave español, si bien existe un producto del estatuto de autonomía de la ciudad de Melilla en el que se pide la «promoción y protección de la lengua y cultura bereberes».
Del otro lado del Estrecho, Pedro Sánchez, como era de esperar, se arruga.
Al tiempo sería preciso expulsar de las dos plazas a la población marroquí, bastante fundamentalista, así como la de limpiar los regulares de Ceuta y Melilla que tienen nacionalidad de españa pero guardan fidelidad al Rey de Marruecos.
Ni pensar en militarizar Ceuta y Melilla y en crear un campo de aviación y un puerto, los dos civiles y militares a un tiempo, para unir la península con las ciudades españolas.

Pero ante este nuevo ámbito Marruecos, que considera que el Gobierno de España atraviesa una situación de debilidad, está librando una guerra silenciosa en salones enmoquetados y a través de medidos gestos diplomáticos. Primero puso el foco en Ceuta y Melilla, donde desde hace unos meses lleva a cabo un plan de asfixia económica con el propósito de anexionarse las dos ciudades autónomas españolas. La reivindicación de su soberanía por la parte de Rabat suele sostener un perfil bajo, pero es susceptible de conseguir dimensiones mucho más relevantes y ser el motivo central de contenciosos diplomáticos, como sucedió en la década de los 2000. A inicios de siglo, el Gobierno español de José María Aznar se mostró mucho más proclive al derecho de autodeterminación del Sáhara Occidental y mucho más crítico con la gestión de la inmigración de su vecino del sur, al que España como la UE utilizan como barrera de contención de la inmigración subsahariana.

Las Peores Remuneraciones Del País Benefician La Fuga De Decenas Y Decenas De Enfermeras Fuera De León

Rabat no tramitó ninguna de las comisiones rogatorias enviadas desde España. El representante del Gobierno marroquí, Mustafa al Khalfi, anunció, en el último mes del año de 2013, que se entregaría al Ejecutivo español un informe con el resultado de la investigación realizada por las autoridades marroquíes, pero aún no lo ha remitido.

Esa sonora marginación de las ciudades autónomas se fraguó en su momento por presiones de algunos países, en oposición a la opinión de Adolfo Suárez al manifestar éste que España no debía integrarse en la coalición atlántica a cualquier precio. Y las naciones occidentales solo se acordaron de la anacrónica situación cuando barcos de guerra rusos comenzaron a aprovisionarse en Ceuta. En el momento en que recientemente surge en las diálogos el tema de la reivindicación de Marruecos sobre Ceuta y Melilla, se advierte preocupación extendida en los españoles. Se pretende entonces equiparar la situacion de Ceuta y Melilla con el de Gibraltar, y esto resulta de todo punto inaceptable por no darse ni semejanza ni identidad entre ambos casos, toda vez que Gibraltar no es territorio de soberanía británica, porque España sólo cedió la propiedad y reservándose el derecho de retracto. Tras el aplazamiento de la cumbre bilateral, sosprechada para este mes de diciembre, y del espaldarazo de la administración Trump a Rabat en sus pretensiones en el Sáhara Occidental,Pedro Sánchezve de qué manera la situación se le escapa de las manos tras las últimas declaraciones del Gobierno marroquí. En una entrevista el jefe del Ejecutivo de Marruecos, El Othmani, ha reiterado, con relación a ámbas ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que «el statu quo dura ahora cinco o seis siglos» y aseguró que «llegará el día en que vamos a reabrir el asunto de Ceuta y Melilla, territorios marroquíes como el Sáhara». Llevamos dos siglos en los que pasamos de ser un Imperio a perderlo todo.